Una nueva clase
comienza, una nueva forma de aplicar nuestra creatividad va a empezar, esta vez
tuvimos la oportunidad de plasmar lo que somos y nos caracteriza en aquella
creación de la penúltima clase: las máscaras. Con los materiales sobre la mesa
y dispuestos a trabajar en nuestra propia construcción de los que somos, tome
mi máscara..
y MANOS A LA OBRA..
Con pasta muro en mano
y luego la liga, mi máscara iba tomando cada segundo, alguna de mis
características. Una vez seca y ligada. Mire las temperas y todos los adornos
que habían en mi mesa, y pensando al mismo tiempo que me gustaba.. Me decidí
por pintarla con un degradé rosado, pero luego me arrepentí porque se me
vinieron varias cosas en la cabeza que me describían más que un simple rosado y
que con ese color de fondo no podían ser plasmadas.. Por lo que, llegué a mi
casa, y a los días de haber pensado mucho, me decidí por plasmar en cada color,
cada objeto que está pintado, ahí tiene un significado muy grande de las cosas
que me han formado, que me gustan y otras que son parte de mis ideales de
vida.. Y fue muy rico tener estos momentos en los que podemos pensar aquellas
cosas que nos definen y que marcan nuestras vidas, tanto el pasado, el hoy y el
futuro, pero no como un todo sino como uno lleva a lo otro..
Nuevamente mi movimiento
de Schoenstatt forma parte de esta dinámica, pero es que siempre la marcará
debido a que muchos de mis ideales se basan en la pedagogía del Padre
José Kentenich, quien con su sabiduría nos invita a vivir la
santidad pero en la vida diaria, en nuestro campo de batalla, tal como lo
hicieron los primeros congregantes a través de la entrega, tales como: José Engling, Max Brunner, entre muchos otros. Y entiendo la
santidad, no como eso bien alto que llega a ser inalcanzable, sino todo lo
contrario, ser santo en las cosas pequeñas que vivimos..
Es por esto, que
estas dinámicas me hacen pensar en las bases que me mantienen firme y me
constituyen finalmente como Josefina del Solar y fue eso lo que quise plasmar
principalmente en mi máscara. Además de todos aquellos valores que mis padres
me inculcaron y la familia y ambiente donde desarrolle gran parte de mis
estudios, que me enseñaron principalmente que existen personas muy diferentes
que viven situaciones difíciles y generar de esta manera habilidades para
comprender, ser empática y tratar de estar lo más presente en el desarrollo de
sus vidas, teniendo muy en cuenta mi rol y si están dispuestas a recibir de esa
mano amiga..
Por lo que agradezco mucho estas instancias, el nivel de reflexión acerca de lo que he vivido es muy grande.. Además que no todos los días se dan las instancias de analizar lo que somos y tenemos, y de esta manera le tomamos un gran valor a lo que nos rodea.
Con pasta muro en mano
y luego la liga, mi máscara iba tomando cada segundo, alguna de mis
características. Una vez seca y ligada. Mire las temperas y todos los adornos
que habían en mi mesa, y pensando al mismo tiempo que me gustaba.. Me decidí
por pintarla con un degradé rosado, pero luego me arrepentí porque se me
vinieron varias cosas en la cabeza que me describían más que un simple rosado y
que con ese color de fondo no podían ser plasmadas.. Por lo que, llegué a mi
casa, y a los días de haber pensado mucho, me decidí por plasmar en cada color,
cada objeto que está pintado, ahí tiene un significado muy grande de las cosas
que me han formado, que me gustan y otras que son parte de mis ideales de
vida.. Y fue muy rico tener estos momentos en los que podemos pensar aquellas
cosas que nos definen y que marcan nuestras vidas, tanto el pasado, el hoy y el
futuro, pero no como un todo sino como uno lleva a lo otro..
Por lo que agradezco mucho estas instancias, el nivel de reflexión acerca de lo que he vivido es muy grande.. Además que no todos los días se dan las instancias de analizar lo que somos y tenemos, y de esta manera le tomamos un gran valor a lo que nos rodea.
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