jueves, 25 de julio de 2013

¡Sorpresa!

Ha llegado el momento de entregarle a mis compañeros lo que les he preparado con tanto cariño durante por lo menos un mes… me tomé harto tiempo en pensar en cada uno de ellos y en encontrar que podía hacerles que los representara y que al mismo tiempo, en algunos, sea útil.


Me esforcé mucho en crear cada uno de ellos y dejé que mis habilidades fluyeran, siempre he dicho que me gusta muchos las cosas manuales pero no cuando me siento obligada por lo que tuve que darle un sentido real a lo que estaba haciendo para que pudiera crear el mejor regalo para cada uno de ellos.

Llegó el momento de entregarlos… pero de una manera diferente a como pensé que iba a hacer: como todas las clases en la sala Brígida Flores acompañada de TODO el curso, pero no fue así sino de manera más sencilla y espontánea. Nos reunimos en la pasillo afuera de la biblioteca y nos entregamos nuestros regalos, entre medio sonaban los típicos aaw, aplausos, risas, grandes abrazos, saludos y aclaraciones a veces para explicar el regalo… se dio una instancia muy muy muy enriquecedora, dónde todos aprendimos un poco más y nos sentimos más cercanos a los otros. 

Algunos venían saliendo de exámenes y fue un momento de alegría muy grande en la que, sin duda, todos nos sentimos queridos y especiales en cierta forma, para cada uno de nosotros. Además me llama mucho la atención lo que nuestra esencia puede causar en los otros, porque me destacaron mucho la chispita de alegría que siempre muestro a pesar de estar llenas de pruebas y momentos de colapsos por distintas cosas, por lo que me gustó mucho esta dinámica.

Sin duda lo que cada uno le entregaba al otro era algo simplemente tangible para el otro, porque el cariño nació hace mucho unos meses y se ha ido acrecentando a lo largo que pasa el tiempo. No sólo han sido meses de estudios, sino de aprendizajes de la mano de nuestros compañeros.

Esta dinámica me ha enseñado que a veces hay que tomarse un tiempo para ver cuán importantes son los otros para nosotros y no simplemente eso, sino que puedo hacer yo por ellos, por toda esa alegría, por toda esa entrega, por la disposición, entre muchas otras cosas que una persona te puede entregar.

Y quise tomar este trozo de la canción: Te regalo de Carlos Baute, porque plasma el hecho de estar dispuestos, de estar siempre presentes para los otros (la canción es un poco romanticona pero si uno la analiza en este sentido se puede entender de otra manera), regalarle lo más propio de nosotros para su bienestar y necesidades en todo momento.

“Hoy amanecí con ganas de enviarte, 
algo que te gusté y pueda regalarte (…). 
Te regalo mi orden, mi desorden. 
Te regalo mi norte, mi horizonte. 
Mi filosofía, mis historias, mi memoria (…) 
Te regalo mis manos, mi locura. 
Te daré todo lo que me pidas”.

No hay comentarios:

Publicar un comentario