Escondido tras de ti..

Hoy comenzamos uno de los proyectos que nuestra profesora nos planteó a principio de año, hacer la famosa MÁSCARA que identificará lo que realmente somos.. Para empezar cortamos el yeso que la profesora Erna puso a nuestra disposición y dos alumnos por mesa se acostaban sobre ella para que el resto trabajará con su rostro para hacerle la máscara, mientras nuestro compañero se embetunaba la cara con vaselina y protegía sus ojos con un plástico..

¡MANOS A LA OBRA!

Junto con Valeska trabajamos en el rostro de Felipe.. Remojábamos las tiritas de yeso y las disponíamos ordenadamente en su cara. Luego de unos 20 minutos realizando esto, dejamos secar el yeso y finalmente Felipe vio su propio rostro por primera vez frente a él sin tener que utilizar algún objeto que se reflejará..

Y ahora me tocaba a mi! La risa me inundaba y la máscara no dejaba que fuera oída ni permitía expresarme, lo cual hizo que esos 20 minutos hayan sido muy eternos..

Estar atrapada por mi misma es algo que me llamaba mucho la atención.. Tener claro que no es alguien externo a ti el que te reprime de ciertas cosas sino que uno mismo, en este caso de mi comunicación, me chocó bastante. Porque yo tengo soy una persona que muchas veces me pongo en un nivel inferior a los demás, simplemente porque me siento pequeña frente a ellos (no por mi tamaño, sino más bien por actitudes), por lo que me pasan a llevar y yo no hago nada más, que dejarme reprimir..

Y era esto mismo lo que me estaba pasando, pero ahora no era alguien que yo consideraba superior, sino que era yo mismo.. Y pude comprender gracias a dinámica, que no importa quien sea el que cause eso en mi, sino cual será mi actitud frente a ellos en mi vida diaria.. Es por esto, que ya pasado un rato con la máscara me pude empezar a comunicar de otra manera con mis compañeros, estas fueron la utilización de mis manos, el leve movimiento de mi rostro, y fue así que logré “controlar” esta represión que no me permitía comunicarme ni expresar lo que sentía en aquel momento..

Además pude comprender que el compañerismo es muy importante para este tipo de actividades, ya que tiene que existir una conexión entre cada uno de los participantes porque al quien le están haciendo la máscara, necesita ser comprendido por los demás al verse afectado en algún sentido, por ejemplo, a mi me pusieron al principio yeso en la nariz, tapando mis fosas nasales, pero porque mis compañeros no sabían que ahí no se ponían y yo, histérica por no poder respirar, les empecé a mover los brazos e indicar mi nariz para que ellos pudieran comprender lo que me estaba ocurriendo. Por lo cual, la comunicación era muy importante para la actividad dada.

Una vez que me sacaron la máscara, ordenamos y limpiamos para irnos a nuestros hogares.. les dejo una canción "Mi reflejo"